
El día viernes 28 de agosto se ha dado a conocer un caso positivo de COVID-19 en la empresa minera Galaxy que trabaja, sin consentimiento de nuestra comunidad, en nuestro territorio en el salar del Hombre Muerto, Antofagasta de la Sierra, Catamarca. El sábado 29 anunciaron desde la minera Tincalayu (ubicada también en el Salar) el fallecimiento de un obrero por COVID19 y el contagio de otros trabajadores.
Desde que se dieron a conocer estos casos de contagio por la actividad minera en nuestro territorio, las autoridades municipales han intentado defender la actividad extractiva culpando de los contagios a los comuneros, tratando de quitarle responsabilidad a las empresas. Tenemos conocimiento de que las empresas Galaxy, Livent y Posco no cumplen con los protocolos de seguridad como debería ser y no se realiza la totalidad de los hisopados correspondientes. Desde nuestra comunidad hemos exigido desde el comienzo de la pandemia que se frene la actividad minera por su gran flujo de trabajadores de otros lugares y además por ser ésta una actividad NO ESENCIAL para la vida. En respuesta a nuestro pedido no sólo se continuó con la actividad, sino que el gobierno provincial ha profundizado con el modelo extractivo entregando -en medio de una pandemia- más autorizaciones de extracción de agua de nuestro río donde vivimos (el río Los Patos).
Hoy tenemos una situación muy grave en nuestra comunidad ya que ha entrado el virus y el sistema de salud catamarqueño nunca llegó a nuestro territorio, dejando en manos de la misma empresa los protocolos de seguridad. Una empresa que manipula la información y un Estado que sólo llega en forma de fuerza de seguridad, ya que hoy tenemos nuestra comunidad vigilada por la policía para que no salgamos de nuestras casas mientras que el foco infeccioso (que es la minería) continúa con sus actividades poniendo en riesgo la vida de nuestros comuneros.